Cuando las protestas empezaron yo estaba fuera de Estambul. Llevábamos
dos días intensos de trabajo en la ciudad de Van, cerca de Iran. Sahika Ercumen, una joven buceadora turca, iba a
intentar romper el récord del mundo de inmersión a pulmón en el lago de Van que
se encuentra a 1800 metros de altura y nosotros estábamos alli documentando el evento por encargo de una revista .
Quedaba tan solo un día para el récord y Sahika había enfermado; no entrenaba desde hacía tres días. Mientras el equipo técnico marchaba hacia el lago, para ultimar los detalles de seguridad, nosotros decidimos acompañar a Sahika al hospital la mañana del viernes 31. Berin, la periodista, Serkan,
encargado de la producción, y yo.
Las
horas se hacen siempre largas en los hospitales tanto da que seas el enfermo o
el acompañante. A Sahika le administraron un primer suero y mientras esperamos
los resultados de los análisis nos zambullimos en las redes sociales. Por el trabajo y el cansancio creo que ninguno de los tres habíamos estado muy atentos a lo que estaba pasando en Estambul. Estábamos en silencio, cada uno con su móvil. De repente empezamos a mirarnos a los ojos sin apenas decir nada, no se si
por no molestar a la enferma o simplemente porque no supimos que decirnos.
En Turquía estamos acostumbrados a protestas, enfrentamientos con la policía, y todo tipo de altercados, pero ésta vez, las imágenes eran escalofriantes e iban acompañadas de más insultos que información útil. Berin, que está conectada al twiter constantemente hizó de primer portavoz, pero ya sabeis que en 149 caracteres se puede explicar poco. Tampoco los periódicos contaban nada. La situación era bastante confusa.
Yo salí un momento de la habitación y llamé a mi pareja que se encontraba trabajando en Estambul. Me contó sin muchos detalles lo ocurrido:
- Un día
antes la policía había atacado a unos activistas que llevaban acampados 2 días en el
parque de Gezi, junto a la plaza de Taksim en el centro de Estambul; pedían
pacíficamente la paralización del proyecto que pretende arrancar por completo
todos los árboles del parque para construir un gran centro comercial.
El
parque de Gezi no es un gran parque como el Retiro en Madrid, Central Park en
Nueva York, pero es un parque muy agradable en el que aunque no olvidas que estás
en medio de la gran ciudad ofrece tranquilidad al aire libre, hay una
cafetería, columpios, bancos, una fuente y siempre está lleno de gente.
Depués de una larga espera y de que los resultadados de los análisis fuesen positivos decidimos ir a comer y volver al hotel a descansar.
Al
llegar a mi habitación y meterme de lleno en los sucesos fui consciente por
primera vez que éstas no eran unas protestas como las vividas hasta el momento.
El miedo fué el indicador de la gravedad de lo que estaba sucediendo:
A las 5 de la madrugada del día 30 de Mayo, la policía rodeó a los activistas mientras dormían en las tiendas de campaña que habían instalado en el parque de Gezi, y los sacaron con gas lacrimógeno. Después quemaron las tiendas.
Algunos jóvenes contában como lo vivieron:
´No había oxigeno! Estaba seguro que íbamos a morir´.
Mi mente solo atraía malas ideas y no paraba de maldecir…intenté relajarme...
Llamo a
Nuray. Recuerdo que me dijo que volvería a casa después del trabajo pero no
responde a mi llamada. Pongo la televisión por curiosidad de ver que dicen y
no encuentro nada en ningún canal; deduzco que es demasiado pronto y
habrá que esperar a las hora del telediario de la noche.
Nuray me llama y me dice que va a reunirse con
sus amigos en la plaza de Taksim y yo me callo. Me gustaría decirle que se vaya a
casa pero simplemente me callo. Ella al notar el silencio me pide que no me
preocupe y con la intención de relajarme me nombra uno por uno los amigos con
les que va a estar como si se trataran de los siete magníficos o un grupo de
superhéroes (pienso en broma).
Bajo a
cenar al restaurante del hotel. Nos sentamos en una mesa solos con Berin y Serkan.
El resto del grupo está repartido en dos mesas grandes y por lo que puedo
apreciar todo el mundo cena con los teléfonos móviles en sus manos.
No
percibo mucho ánimo pero no se si la preocupación es por lo que esta sucediendo
en Estambul o por la enfermedad de Sahika; tampoco quiero preguntar, solo
quiero que el trabajo termine y volver a casa. La realidad es que tanto el intento de récord
como la vuelta a casa me atormentan. Ni creo que Sahika esté en condiciones de
conseguir su reto ni tengo ninguna certeza de encontrarme con la Estambul que dejé tan solo tres días antes.
Nos citan para salir a las 7 de la mañana. La hora del trabajo
finalmente siempre es la razón que nos ata a la realidad más irreal. Subo
a la habitación y llamo a Nuray pero su teléfono ahora está apagado o fuera de
cobertura y me cabreo. Me cabreo por no haber impedido que fuese a la
manifestación; Qué estupidez, me digo al segundo….me veo tan ridículo como macho
protector....
Arrastro un dolor de cabeza desde hace
dos días y solo quiero dormir.
Mando
un mensaje a Nuray para que contacte conmigo cuando pueda y saber que está
bien. Vuelvo a abrir la televisión y repaso uno a uno todos los canales
sintonizados: nada de nada.
Esa
noche no duermo. Me paso la noche conectado al Facebook siguiendo al minuto uno
a uno todos los comentarios de mis amigos. La información es tanta y está tan
desorganizada que me paraliza. No soy capaz de asimilar lo que leo:
- El parque Gezi y la plaza de Taksim están vallados en manos de la
policía.
- Hay alrededor de 25.000 personas concentradas en Taksim
- “Aquí no se puede respirar, los policías están locos”- .
- Tayyip Dimision! (al presidente)
- Enfrentamientos en Ankara, Izmir, Adana, Hatay.....
- El grupo
-
En la calle Mis Urgente doctor!! Hay dos heridos graves!
La
brevedad de algunos mensajes y las faltas de ortografías dan una libertad
aterradora a mi mente cuando imagino las condiciones en que están siendo escritos
los mensajes.
Uno de
ellos se empieza a repetir al ser compartido, parece que todo el mundo esté en
el mismo lugar pidiendo a gritos que los ayuden:
-
“Hay dos heridos muy graves en la calle Mis y hace falta una
ambulancia URGENTE”
No se
nada de Nuray desde hace un rato, su teléfono ahora está apagado, ahora suena,
ahora comunica, ahora ni suena ni comunica….
-
AYUDA POR FAVOR!! CALLE MIS, URGENTE!!!
Leer
las palabras en mayúsculas duele.
Suena el teléfono. Es Nuray . No siento ningún
alivio hasta que oigo su voz. Se había quedado sin batería y acaban de
encontrar una cafetería donde piensan descansar y esperar a recargar el móvil.
Me dice que están bien. Le pregunto por los “superhéroes” pero parece que solo
queda uno, Çagri, que para colmo se ha dejado el teléfono en casa. Oigo a
Çagri, Nuray le pasa el teléfono y Çagri intenta calmarme: me explica que hay
muchísima gente y que ellos se encuentran bastante lejos del frente donde están
las barricadas y donde parece que se juega
al gato y al ratón.
Me
despido de ellos preocupado. Sin embargo he notado en sus palabras una
convicción :
No tienen miedo.
Los
enfrentamientos siguieron durante casi toda la noche hasta que alrededor de las
5:00 de la madrugada la policía se retiró y los protestantes consiguieron ocupar
otra vez al parque y la plaza de Taksim.
En
esta victoria se ha de resaltar sin lugar a duda la acción del grupo "Çarsi",
aficionados ultra, del equipo de fútbol del Besiktas que ese mismo día sorprendieron con un
comunicado público a través de su página web:
-
- Si nos traéis 100 máscaras anti-gas
hoy mismo os devolvemos el control del parque.
Parecía
una de esas amenazas tontas que de vez en cuando hacen los grupos de amigotes. Pero lo que nadie esperaba es que a ése comunicado le seguiran otros
dos: el de los aficionados del Fennerbahçe y Galatasaray.
-
- Hombro a hombro con Çarsi…..
Nadie podía creer que las aficiones más radicales de los que equipos con más rivalidad de Turquía pudiesen ponerse del mismo lado por un mismo objetivo.
Nadie podía creer que las aficiones más radicales de los que equipos con más rivalidad de Turquía pudiesen ponerse del mismo lado por un mismo objetivo.
Según
los comentarios compartidos la noche del 31 de Mayo los aficionados del
Besiktas consiguieron hacerse con uno de los camiones toma-agua de la policía. Dos días después aparecía una imagen del camión
en una página de venta de 2ª mano:
Los detalles de venta señalaban:
Hace 2 días lo cogímos de nuestro querido gobierno.
Poco usado y con capacidad de rociar a 1000 policías.
Desafortunadamente tiene algunas pintadas encima pero no afecta a su funcionamiento.
Regalamos uniformes policiales.
Razones de venta: queremos comprar un modelo más nuevo
Precio: Preguntar a los medios de comunicación: ellos saben bien a cuanto se venden.
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